Pages

Recent Posts

Masaje sensual

Thursday, September 11, 2008


POR M. P. Conchillo-A menudo, se relacionan los masajes con la actividad sexual. Y es una invitación, más o menos velada, para acabar teniendo relaciones sexuales. La habilidad en las técnicas táctiles es de gran ayuda en la interacción de la pareja.
De hecho, estas técnicas pueden contribuir a la satisfacción sexual. Para las personas que ya disfrutan con su vida sexual, el masaje puede aumentar el goce. Asimismo, para aquellas parejas que desean mejorar sus relaciones sexuales, los masajes mutuos pueden constituir una herramienta bastante útil.
Conocer cada milímetro del cuerpo de la pareja puede proporcionar bastante placer físico y psicológico. El masaje, por definición, tiene el efecto general de relajar, pero además brinda la oportunidad de centrarse en la experiencia táctil, de ponerse en contacto con la piel y afinar tanto la agudeza como la profundidad de los sentidos. Este ejercicio puede ser estimulante y promover la excitación de ambas personas.
En la mujer, el masaje puede tener un impacto similar al de los besos, las caricias y las muestras afectivas en general −permite que se incrementen las hormonas sexuales femeninas responsables de la excitación−. En el hombre, puede ser de suma utilidad especialmente para optimizar la excitación y la erección.
Idealmente, deben alternarse los roles y así poder tanto dar como recibir el masaje. Es necesario contar con un espacio físico y con tiempo disponible. Imperativo apagar el móvil para que sean improbables las interrupciones. El lugar donde se realice debe dar sensación de intimidad: cálido, cómodo y confortable, una luz tenue y sugerente. Cuidado con poner pañuelos o telas encima de las lámparas, el calor puede quemarlos. La música de fondo al gusto de los homenajeados, algún aroma en el ambiente, inciensos..., también dan su punto. Puede realizarse en una cama que no sea demasiada blanda o sobre el suelo −previamente preparado−.
El masaje se realiza piel con piel y es recomendable mantener un ritmo lento y firme, con la suficiente presión −según los umbrales de cada persona−. Es importante que cada cual se concentre en lo que está haciendo y sea receptivo hacia la otra persona. Al dar el masaje, asegúrate de que tus manos tienen una temperatura agradable y están suaves para que puedan deslizarse con suavidad −la utilización de algún aceite especial mejora los resultados−. La persona que recibe el masaje debe abandonarse a su experiencia y disfrutar cada momento.
Se trata de experimentar el placer del contacto. Se recomienda no incluir en el masaje las zonas específicamente erógenas, para así poder descubrir y disfrutar otras sensaciones. A menudo, las personas se sorprenden al experimentar tanta sensualidad mientras se acarician ciertas partes de sus cuerpos, que quizás hasta entonces permanecían inexploradas.
¿Sueles incluir los masajes en las relaciones con tu pareja? ¿Te gustan los masajes? ¿Qué partes de tu cuerpo son las que más agradecen el masaje? ¿Empleas alguna técnica de masaje en particular? ¿Cómo te sientes después de dar o recibir un masaje?

No comments:

Post a Comment

 

Most Reading