Claudia TorrensNueva York/especial para edlp — Son seis bebés que han llenado el hogar de Víctor y Digna Carpio de risas, pañales, cajas de leche, juguetes y colores en las paredes. Pero también han supuesto seis nuevas bocas que alimentar.
Durante una histórica recesión económica y con tan sólo un sueldo de 38,000 dólares al año, la familia Carpio —considerada la primera familia hispana con sextillizos en Estados Unidos— teme un futuro incierto, lleno de pagos de hipoteca, seguro médico, gastos escolares e incontables facturas.
“Ahora necesitamos ayuda”, explicó Víctor, un ecuatoriano de 35 años que trabaja para el Departamento de Vivienda Pública de la ciudad. “Queremos hacer un llamado a la comunidad ecuatoriana y a la comunidad hispana, para que nos ayuden”, agregó.
Los Carpio llenaron las portadas de los diarios en octubre, cuando se convirtieron en padres de dos niñas y cuatro varones que nacieron el mismo día, pesando entre 0.6 y 0.9 kilos cada uno.
Desde entonces, cada bebé ha salido del hospital Mount Sinaí de Manhattan de forma gradual. La semana pasada, Jaden Carpio, el último de los seis, fue instalado por primera vez en una de las tres cunas que comparte con sus hermanos y hermanas.
Las donaciones que recibía la familia han disminuido a medida que la noticia perdió fuerza, así que los Carpio sobreviven con tan sólo los 17 dólares por hora que gana Víctor limpiando edificios de El Bronx y el alquiler mensual que les paga una inquilina por vivir en el sótano.
El viaje al trabajo que realiza Víctor cada mañana desde su casa en Whitestone, Queens, le cuesta más de cuatro dólares al cruzar el Whitestone Bridge. El pago mensual de la hipoteca de su casa de tres habitaciones es de 2,150 dólares al mes, incluido el seguro y los impuestos.
Durante una histórica recesión económica y con tan sólo un sueldo de 38,000 dólares al año, la familia Carpio —considerada la primera familia hispana con sextillizos en Estados Unidos— teme un futuro incierto, lleno de pagos de hipoteca, seguro médico, gastos escolares e incontables facturas.
“Ahora necesitamos ayuda”, explicó Víctor, un ecuatoriano de 35 años que trabaja para el Departamento de Vivienda Pública de la ciudad. “Queremos hacer un llamado a la comunidad ecuatoriana y a la comunidad hispana, para que nos ayuden”, agregó.
Los Carpio llenaron las portadas de los diarios en octubre, cuando se convirtieron en padres de dos niñas y cuatro varones que nacieron el mismo día, pesando entre 0.6 y 0.9 kilos cada uno.
Desde entonces, cada bebé ha salido del hospital Mount Sinaí de Manhattan de forma gradual. La semana pasada, Jaden Carpio, el último de los seis, fue instalado por primera vez en una de las tres cunas que comparte con sus hermanos y hermanas.
Las donaciones que recibía la familia han disminuido a medida que la noticia perdió fuerza, así que los Carpio sobreviven con tan sólo los 17 dólares por hora que gana Víctor limpiando edificios de El Bronx y el alquiler mensual que les paga una inquilina por vivir en el sótano.
El viaje al trabajo que realiza Víctor cada mañana desde su casa en Whitestone, Queens, le cuesta más de cuatro dólares al cruzar el Whitestone Bridge. El pago mensual de la hipoteca de su casa de tres habitaciones es de 2,150 dólares al mes, incluido el seguro y los impuestos.
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