Policía portuguesa detiene presunto asesino de dominicana

OVIEDO/EFE.- La Policía portuguesa detuvo en la ciudad de Oporto al presunto asesino de María de León Reyes, una mujer dominicana de 37 años que fue hallada muerta en el domicilio de su ex novio y principal sospechoso de haberla estrangulado a principios del pasado mes de agosto en la ciudad española de Gijón.
La detención del ciudadano español José Manuel C.B., de 46 años, tuvo lugar el pasado sábado en la citada ciudad del norte de Portugal, informó ayer la Jefatura Superior de Policía de Gijón.
Sobre el supuesto autor de la muerte de María de León Reyes pesaba una orden de detención internacional, gestionada por Europol e Interpol, ya que la Policía española barajó desde un principio que pudiese haber abandonado España tras la muerte de la mujer.
Las fuentes policiales informaron de que los organismos judiciales portugueses y españoles llevan a cabo forma "urgente" los trámites para formalizar la extradición del detenido, que podría ser trasladado a Gijón en unos días para declarar ante el Juzgado de Instrucción número 4 de esta ciudad.
Los familiares de la víctima fueron informados hoy de la detención del presunto asesino de María León Reyes.
El cadáver de la mujer fue hallado el 5 de agosto del pasado año en el domicilio de su ex novio, una semana después de que sus familiares hubiesen iniciado su búsqueda.
La víctima de la agresión, madre de dos niños de 16 y 10 años, residía en Gijón (Asturias, norte de España) y trabajaba como camarera en un mesón de la ciudad.
El presunto asesino, propietarios de dos establecimientos de hostelería de la ciudad, fue considerado desde el principio como el principal sospechoso ya que desapareció el mismo día en el que fue vista por última vez María de León Reyes.
El cadáver fue encontrado sin ropa sobre la cama y sin aparentes signos de violencia, aunque la autopsia reveló que había muerto por asfixia tras ser estrangulada la misma madrugada del día en que desapareció.
Los familiares de la fallecida habían denunciado que el sospechoso la acosaba con mensajes telefónicos y habían acudido el mismo día de su desaparición hasta el citado domicilio, donde nadie les abrió la puerta.