Rafael Castro, Ramón Cruz Benzán
SANTO DOMINGO.- Tirso Cuevas Nin, el chofer del camión donde se transportaba la droga con la cual explotó el caso Quirino, regresó ayer al país deportado de los Estados Unidos, donde cumplió una condena de cuatro años bajo cargos de conspiración por narcotráfico.
Custodiado por autoridades de Inmigración y Naturalización norteamericanas (INS por sus siglas en inglés), Cuevas Nin llegó al aeropuerto Internacional Las Américas a las 3:00 de la tarde y pasadas las cinco fue llevado a la fiscalía de Villa Juana, al Departamento de Deportados de la Policía Nacional y a la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD), para agotar el protocolo de registro de estos casos.
“Yo no temo por mi vida, yo ya cumplí”, fue lo único que dijo a la prensa al concluirse el proceso de registro de deportados.
Junto al chofer Cuevas Nin llegaron al país 81 otros deportados que hasta anoche cumplían el procedimiento, acompañados de autoridades de Inmigración y Naturalización de EEUU.
El chofer del vehículo decomisado con 1,387 kilos de cocaína, el 18 de diciembre de diciembre del 2004, fue recibido por un fuerte contingente militar de la Dirección General de Migración y del Cuerpo Especializado de Seguridad Aeroportuaria (CESA) en la zona de la rampa del AILA.
RepatriaciónSu repatriación se produce luego de haber negociado con las autoridades estadounidenses para que su condena de 5l meses de prisión fuera reducida a los 48 meses, en vista de que los tres meses de libertad condicional que le restaban no podría cumplirlos porque no tenía residencia americana.
Cuevas Nin arribó al país en el avión 757 de matrícula norteamericana. Cincuenta de los 81 repatriados que vinieron en el mismo viaje cumplieron condenas por tráfico de drogas.
Los demás criollos estaban condenados por asesinatos, asaltos, robos, fraudes, falsificación de documentos, violaciones sexuales, entre otros hechos.
En lo que va del presente año las autoridades estadounidenses han repatriado a 464 ex convictos dominicanos, la mayoría por trafico de drogas.
SANTO DOMINGO.- Tirso Cuevas Nin, el chofer del camión donde se transportaba la droga con la cual explotó el caso Quirino, regresó ayer al país deportado de los Estados Unidos, donde cumplió una condena de cuatro años bajo cargos de conspiración por narcotráfico.
Custodiado por autoridades de Inmigración y Naturalización norteamericanas (INS por sus siglas en inglés), Cuevas Nin llegó al aeropuerto Internacional Las Américas a las 3:00 de la tarde y pasadas las cinco fue llevado a la fiscalía de Villa Juana, al Departamento de Deportados de la Policía Nacional y a la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD), para agotar el protocolo de registro de estos casos.
“Yo no temo por mi vida, yo ya cumplí”, fue lo único que dijo a la prensa al concluirse el proceso de registro de deportados.
Junto al chofer Cuevas Nin llegaron al país 81 otros deportados que hasta anoche cumplían el procedimiento, acompañados de autoridades de Inmigración y Naturalización de EEUU.
El chofer del vehículo decomisado con 1,387 kilos de cocaína, el 18 de diciembre de diciembre del 2004, fue recibido por un fuerte contingente militar de la Dirección General de Migración y del Cuerpo Especializado de Seguridad Aeroportuaria (CESA) en la zona de la rampa del AILA.
RepatriaciónSu repatriación se produce luego de haber negociado con las autoridades estadounidenses para que su condena de 5l meses de prisión fuera reducida a los 48 meses, en vista de que los tres meses de libertad condicional que le restaban no podría cumplirlos porque no tenía residencia americana.
Cuevas Nin arribó al país en el avión 757 de matrícula norteamericana. Cincuenta de los 81 repatriados que vinieron en el mismo viaje cumplieron condenas por tráfico de drogas.
Los demás criollos estaban condenados por asesinatos, asaltos, robos, fraudes, falsificación de documentos, violaciones sexuales, entre otros hechos.
En lo que va del presente año las autoridades estadounidenses han repatriado a 464 ex convictos dominicanos, la mayoría por trafico de drogas.
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