NUEVA YORK._ Una madre dominicana de 43 años de edad identificada como Maribel Rodríguez, murió en un hospital de El Bronx donde fue ingresada de emergencia tras ser inyectada con varias “tazas” de silicona por una cosmetóloga de Yonkers que tiene licencia de para ello y a quien sólo conocen por “Elsa”.
La fiscalía del condado dijo que investiga el fallecimiento de la madre criolla, pero al cierre de esta crónica, no se había informado de arrestos en conexión al caso, en tanto, la Oficina del Médico Forense, tampoco había revelado las causas oficiales.
Fausto Rodríguez, ahora viudo de Maribel, recordó que siempre le decía a su esposa que ella se veía bien y que no inventara, pero ésta, en su afán por aumentarse las pantorrillas acudió a la referida cosmetóloga que le cobró $500 dólares por cada “taza” de silicona que le inyectó, las que según Sheila Pichardo, prima de la difunta, fueron varias.
El esposo, finalmente cedió al deseo de ella y le concedió, según sus propias palabras “la última vez y el último chin”. La cosmetóloga que ofrece servicios a domicilio puso las inyecciones a la dominicana en su residencia de El Bronx.
Fausto dijo que cuando del trabajo a eso de las 6:00 de la tarde la encontró con fiebre y vómitos, por lo que el pasado 17 de marzo, fue internada en el hospital Montefiore donde falleció y según sus parientes, la silicona le bloqueó los pulmones provocándole una embolia en esos órganos.
“Cuando llegamos ese día al hospital, ya estaba muerta”, recuerda el señor Rodríguez con amargura. “Ha sido un golpe tremendo para todos nosotros”, añadió. La madre de Maribel señora Margarita Pichardo, la describió como hija excelente y muy buena madre, cuya principal preocupación era la de ver a sus hijos graduados.
Dijeron que no fue la primera vez que la fenecida se hacía inyectar con silicona. La prima explicó que de una “taza” del líquido cosmético, se pueden sacar varias inyecciones.
La fiscalía del condado dijo que investiga el fallecimiento de la madre criolla, pero al cierre de esta crónica, no se había informado de arrestos en conexión al caso, en tanto, la Oficina del Médico Forense, tampoco había revelado las causas oficiales.
Fausto Rodríguez, ahora viudo de Maribel, recordó que siempre le decía a su esposa que ella se veía bien y que no inventara, pero ésta, en su afán por aumentarse las pantorrillas acudió a la referida cosmetóloga que le cobró $500 dólares por cada “taza” de silicona que le inyectó, las que según Sheila Pichardo, prima de la difunta, fueron varias.
El esposo, finalmente cedió al deseo de ella y le concedió, según sus propias palabras “la última vez y el último chin”. La cosmetóloga que ofrece servicios a domicilio puso las inyecciones a la dominicana en su residencia de El Bronx.
Fausto dijo que cuando del trabajo a eso de las 6:00 de la tarde la encontró con fiebre y vómitos, por lo que el pasado 17 de marzo, fue internada en el hospital Montefiore donde falleció y según sus parientes, la silicona le bloqueó los pulmones provocándole una embolia en esos órganos.
“Cuando llegamos ese día al hospital, ya estaba muerta”, recuerda el señor Rodríguez con amargura. “Ha sido un golpe tremendo para todos nosotros”, añadió. La madre de Maribel señora Margarita Pichardo, la describió como hija excelente y muy buena madre, cuya principal preocupación era la de ver a sus hijos graduados.
Dijeron que no fue la primera vez que la fenecida se hacía inyectar con silicona. La prima explicó que de una “taza” del líquido cosmético, se pueden sacar varias inyecciones.
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