BOGOTA/AP — Una comisión humanitaria, encabezada por la senadora Piedad Córdoba, entregó ayer a la familia los restos óseos de un mayor de la policía, muerto en 2006 estando en cautiverio de las FARC.
La entrega de los restos del mayor Julián Guevara cerró una serie de entregas que incluyeron la liberación de dos soldados vivos, uno de ellos había estado 12 años secuestrado por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia FARC.
Los restos serán ahora sometidos a pruebas de ADN para comprobar que pertenecen al mayor de la policía y se esperan los resultados a lo largo de la próxima semana.
Guevara, de 41 años, murió en enero del 2006 tras haber estado retenido más de siete años por las FARC, que lo capturaron en noviembre de 1998, tras un ataque a un puesto policial en el poblado amazónico de Mitú, en la región sur del país.
La comisión, integrada por Córdoba, el obispo Leonardo Gómez y dos delegados del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), entregó el ataúd de madera con los restos el policía a la madre Emperatriz Castro de Guevara, y a la hija del agente Ana María, en el aeropuerto de Villavicencio, a unos 75 kilómetros al suroeste de Bogotá.
Al menos cuatro militares brasileños y el obispo cargaron el féretro fuera de la nave. El prelado hizo una breve oración junto a la madre de Guevara, de pantalones negros y camisa blanca, que en lágrimas se abrazó largamente a la congresista y al obispo.
El cortejo avanzó en silencio en medio de la pista y se dirigió a un local aparte en el terminal de Villavicencio. A una orilla de la pista, activistas del grupo no gubernamental Colombianos y Colombianas por la Paz, que ha apoyado a Córdoba en sus gestiones para varias liberaciones y la jornada de los restos de Guevara, estaban parados con velas blancas encendidas.
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